Cortijo Suerte Alta

Suerte Alta es una historia que comenzó en 1924 en la ribera derecha del río Guadajoz, cerca del pueblo de Albendín (Baena, provincia de Córdoba) con el marqués de Bedmar, que plantó los primeros olivos. Su nieto, Manuel Heredia Halcón, Marqués de Prado, actual propietario, se hizo cargo de la finca en 1986.

Cortijo Suerte Alta

En 255 hectáreas, en el corazón de la D.O. Baena, el Cortijo Suerte Alta produce un aceite de oliva único. En este olivar conviven árboles que producen tres variedades diferentes de aceitunas andaluzas (Picudo, Hojiblanco et Picual). También hay que tener en cuenta que el 80 % de los árboles tienen casi 100 años de edad. En 2019, la densidad media es de 205 árboles por hectárea.

Aceitunas Picudo, Hojiblanco et Picual

A partir de 1996 se realiza la transición a un sistema de cultivo ecológico del olivo (controlado por el Consejo Andaluz de Agricultura Ecológica - CAAE) y se inician las obras de la red de riego del olivar.

En 2006 se creó una nueva almazara para completar el ciclo de producción del aceite de oliva virgen extra ecológico Suerte Alta: en definitiva, todo se hace en la finca, desde el árbol hasta la botella. Un proceso y un aceite de oliva 100 % orgánico con un resultado impresionante.

El molino o "almazara"

La palabra almazara viene del árabe [al-maʿṣara] que significa «la prensa». Desde la época árabe en la península ibérica, las técnicas han ido evolucionado, y hoy en día el molino situado en el centro de la finca Suerte Alta es autosuficiente en términos energéticos.

Almazara autosuficiente en términos energéticos

Este complejo, diseñado por su propietario, arquitecto por formación, recibió el primer premio AEMO en 2007 por su innovació (Asociación Española de Municipios del Olivo). El maestro molinero del Cortijo de Suerte Alta, Francisco Bujalance, también fue galardonado con el IX Prix AEMO, que reconoce la calidad de la producción y de las instalaciones como el propio molino y su gestión.

La primera vez que probamos este aceite (la botella de vidrio oscuro, mezcla de tres variedades de aceitunas), nos sedujo de inmediato, la botella (forma y color), el olor, el sabor... y cuando visitamos la Almazara entendimos el porqué: este aceite es un producto elaborado por profesionales y entusiastas, trabajadores, siempre dispuestos a hacer más por el bienestar de su olivar y el aceite producido.

visita con Francisco Bujalance

Momentos claves del año en el Cortijo de Suerta Alta

La recolección de la aceituna en esta propiedad comienza a principios de octubre, ya que de ella se obtiene un Aceite de Oliva Virgen Extra (AOVE) de máxima calidad. Se trata de una recolección temprana; las aceitunas están entre verde y morada, cuando están en su momento óptimo.

Más tarde, el periodo de poda de los olivos es un momento fundamental desde el punto de vista de la calidad del aceite de oliva producido. Si no se poda un olivo, su copa llegará a su punto máximo y al año siguiente ya no crecerá. Sin crecimiento, no hay cosecha. Porque la fruta del olivo se da en el crecimiento del año anterior. Al reducir la masa vegetal del árbol, éste tendrá la capacidad de crecer y, cuando vuelva a crecer, dará aceitunas al año siguiente. La poda es todo un arte. Una poda excesiva y el árbol no podría producir ni flores ni frutos. Una buena poda y el árbol tendrá un crecimiento equilibrado tanto de sus ramas como de sus frutos.

A finales de febrero, los aceites de oliva frescos de la recolección del año pasado están listos!

Son algunas de las etapas claves en la producción de estos aceites de oliva virgen extra ecológicos de muy alta calidad y con aromas únicos.

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